Viridiana tras fallo de la Corte



Viridiana Molina se presentó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) vestida completamente de beige, color que usó por cuatro años y medio, tiempo que estuvo en prisión preventiva por un delito que no cometió. Pintó las suelas de sus zapatos y dejó plasmadas huellas en la entrada del máximo tribunal de justicia del país. “Son las marcas de mis compañeras que no pueden venir porque las rejas las tienen atrapadas”, dijo.
Mientras esperaba que la Primera Sala abordara su caso, por más de cuatro horas protestó afuera de la SCJN. En 2019 Viridiana fue absuelta de los delitos de delincuencia organizada y de beneficiarse de dinero de procedencia ilícita, sin embargo, la Fiscalía General de la República (FGR) apeló y un Tribunal Colegiado tuvo que revisar su caso.
Sin hacer un análisis con perspectiva de género, ni tomar en cuenta que Viridiana fue víctima de tortura, emitió una sentencia condenatoria de 9 años en prisión: Viridiana debía volver a prisión.

“El único sustento en contra mía es haber sido pareja de una persona acusada de un delito. Yo pagué 4 años y 6 meses en la cárcel siendo inocente. Fui juzgada por un sistema patriarcal y racista que ve a las mujeres como mera propiedad de la pareja”, dijo Viridiana afuera de la SCJN.
Con apoyo de la Defensoría Pública, Viridiana se amparó y este miércoles la Primera Sala de la SCJN tenía en sus manos el pronunciarse abiertamente sobre la inocencia de la mujer quien desde 2014 ha sido perseguida solo por eso, por ser mujer y ser pareja del implicado en los delitos.
Sentada en la banqueta, afuera de la SCJN, Viridiana sintonizó la sesión en su celular y la conectó al megáfono que llevó para que quienes acudieron a apoyarla pudieran escuchar lo que sucedía. Ella aplacaba sus nervios comiendo algunas frituras que compró para compartir con las mujeres que se dieron cita para apoyarla.

En una sesión que apenas duró 20 minutos y en la que se trataron otros temas, la SCJN no se pronunció sobre la inocencia de la mujer ni sobre la persecución de la que ha sido víctima. Por unanimidad de cinco votos, la Primera Sala decidió revocar la sentencia recurrida y pidió que el expediente fuera devuelto al Tribunal Colegiado de origen, el mismo que la encontró culpable dándole una condena de 9 años de prisión.
“Es un resultado entre dulce y amargo porque yo esperaba el poder de la Suprema Corte, que realmente se determinara mi situación jurídica y saber de una vez por todas si para ellos soy inocente o culpable porque ellos tenían el poder y el que (mi caso) esté ante un colegiado no me tranquiliza (…) la Suprema Corte está para ver resolver las violaciones (a derechos humanos) y no lo hicieron”, reprochó Viridiana tras escuchar la votación de su caso.
De acuerdo con el proyecto presentado por la Ministra Margarita Ríos Farjat, el Tribunal Colegiado no cumplió con la obligación constitucional de aplicar la perspectiva de género para resolver el proceso de Viridiana por lo que, la nueva resolución deberá observar si los hechos imputados ocurrieron en un contexto de violencia.
CEA Justicia Social, una de las organizaciones que ha acompañado el caso de Viridiana, consideró que, si bien la decisión de la Corte contribuye a sentar precedentes para impartir justicia con perspectiva de género y garantizar el derecho humano de todas las mujeres de vivir una vida libre de violencia y discriminación, al devolver el caso al Tribunal Colegiado, no se considera el derecho de Viridiana a acceder a la justicia de manera pronta, ya que su proceso se ha alargado por más de siete años.
“Esta situación prolonga la vulneración de sus derechos pues le impide desarrollar su vida personal y familiar con normalidad, como también limita sus oportunidades económicas y de acceso al empleo.
“A su vez, la Corte queda en deuda con Viridiana y cientos de mujeres en prisión al no emitir criterios que limiten la discrecionalidad de los órganos jurisdiccionales al momento de decidir sobre el uso del ‘Protocolo para juzgar con perspectiva de género’. Lo anterior, porque Viridiana no es un caso aislado”, señaló la organización.

Sin proyecto de vida
“En un acto de justicia la Corte puede conceder el amparo y dictar libertad a mi persona y con ello enviar el mensaje de que las mujeres no deben ser juzgadas por los actos de su pareja”, fueron algunas de las palabras que pronunció Viridiana antes de que la Primera Sala de la SCJN comenzara a sesionar.
Tenía fe de que la pesadilla en la que vive desde aquel 22 de agosto de 2014 cuando la policía irrumpió en plena madrugada en su casa para detenerla frente a sus gemelos, en ese entonces de 11 meses, terminaría este miércoles, pero no fue así.
“Viene más lucha porque desde el 2014, desde que fui procesada y desde el 2019 que me dan mi absolución, yo no he podido estar tranquila, yo no tengo proyecto de vida… en ellos (la SCJN) estaba la decisión de mi vida, de empezar un proyecto de vida, de poder tener una nómina, de poder tener un seguro social, de poder darle calidad de vida a mis hijos”, contó después de escuchar la votación de los ministros.
El proceso de Viridiana seguirá quizá un mes, quizá un año, el tiempo que deba tomar el Tribunal Colegiado en revisar su caso una vez más y pronunciarse al respecto. Un análisis, que con respecto al pasado, deberá hacerse con perspectiva de género.
“La Corte se pudo haberse pronunciado abiertamente sobre la libertad de Viri, no lo hizo, y lo que hace es decirle al colegiado ‘pronúnciate tu’”.
“Entonces deja a Viri otra vez en espera, en la imposibilidad de acceder a un trabajo, a una cuenta bancaria, a retomar su vida donde la dejó cuando la justicia patriarcal decidió que ella era culpable de un delito que no cometió”, subrayó Amaranta Valgañon, de Equis Justicia para las Mujeres, otra de las organizaciones que han acompañado el caso.
Y aunque parecería tratarse de una buena noticia porque Viridiana seguirá en libertad mientras se desarrolla el proceso, en la realidad su situación económica y laboral sigue siendo prácticamente la misma que la del día que salió de prisión: no tiene nada.
Recuerda que el día que fue puesta en libertad salió sin nada en las manos. La ropa interior que usaba estaba marcada con su número de identificación dentro del penal.
“Vamos a seguir con el colectivo en la lucha para visibilizar que no solamente es mi caso, es el caso de muchas mujeres que están siendo sentenciadas a 90 años, que son mujeres que han sido torturadas y que el sistema lo normaliza porque es parte del proceso y un sistema patriarcal que no pone atención a la perspectiva de género y que tiene protocolos para juzgar a las mujeres solo como víctimas, pero no como personas investigadas”, sostuvo.
Ahora será la Defensoría Pública (que tomó el caso) la que definirá la estrategia a seguir para que Viridiana recupere plenamente su libertad.
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