La Fundación Horizonte Ciudadano, fundada por la ex-Presidenta Michelle Bachelet, emplazó a la Convención Constitucional ante el aumento de la opción del rechazo -de cara al plebiscito de salida del borrador de la nueva Carta Magna- por sobre el apruebo. En un comunicado, señalaron “ha llegado el momento de tomar en serio las dudas y preocupaciones que ha expresado la ciudadanía”.
En el texto, recordaron la preocupación expresada por el Presidente Gabriel Boric en un punto de prensa dado en Argentina.
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“La discusión no es solamente comunicacional, no se le puede echar solamente la culpa a lo externo, también hay responsabilidades de quienes creemos en el proceso. Y mi llamado es buscar la mayor transversalidad y amplitud posible para construir una Constitución que sea un punto de encuentro”, indicó Boric, citaron desde Horizonte Ciudadano.
“Como Fundación Horizonte Ciudadano creemos que el llamado a hacer posible un punto de encuentro para Chile es mucho más que una notoria convergencia de los dos liderazgos más recientes del progresismo: es un punto de inflexión para quienes depositan sus esperanzas en una nueva constitución y en la sostenibilidad de un nuevo proyecto político para el ciclo que se inaugura”, indicó la fundación en el documento.
En esa línea, sostuvieron que el “carácter histórico” del proceso constituyente “no descansa solamente en su representatividad social ni en el contundente respaldo del plebiscito que lo instauró”.
“Chile tiene una oportunidad irrepetible de procesar las demandas y esperanzas de sus habitantes en forma dialogada, institucional y participativa para las próximas décadas”, enfatizaron.
“Ha llegado el momento de tomar en serio las dudas y preocupaciones que ha expresado la ciudadanía a través de diversas expresiones (encuestas, desmovilización, menor interés informativo)”, emplazaron.
Asimismo, arguyeron que el éxito o fracaso del proceso constituyente no recae únicamente en la convención y entregaron una serie de recomendaciones a las nuevas autoridades, las organizaciones, agrupaciones y articulaciones ciudadanas.
Informar y difundir información veraz del trabajo constitucional.
Cerrar el paso a la desinformación.
Contribuir un clima de amistad cívica donde los disensos son parte de la deliberación colectiva.
Fortalecer los liderazgos internos que faciliten el acercamiento de posiciones y permitan superar ciertos atrincheramientos que impiden la articulación de las legítimas diferencias.
Por último, apuntaron que el desenlace de este proceso “nos debe llamar a todos a la máxima responsabilidad histórica, aportando cada uno desde la posición que ocupa en la sociedad”.
