El Instituto de Salud Pública (ISP) ordenó, este miércoles, a las Farmacias Populares devolver las dosis del medicamento Interferón a la Universidad de Concepción, para que estas sean destruidas por ser consideradas “un peligro para la salud de la población”.
Esto se dio a conocer a raíz de un informe emitido por la Contraloría General, el pasado 6 de abril, en el que detectaron una serie de irregularidades vinculadas, principalmente, con la gestión de la Asociación Chilena de Farmacias Populares (ARCHIFARP).
Bajo ese contexto, cabe mencionar que en junio de 2020, se llevo a cabo el convenio entre la Universidad de Concepción y la ARCHIFARP, el cual fue firmado por el rector Carlos Saavedra y por el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, lo que dio pie a la producción experimental del medicamento cuestionado.
Por ese sentido, Contraloría reportó en su informe que no pudo comprobar que el municipio de Recoleta y las Farmacias Populares, hubieran coordinado gestiones con el Ministerio de Salud para establecer un eventual uso del Interferón como tratamiento para el covid-19.
Del mismo modo, el ente regulador también reportó irregularidades en los recursos públicos económicos administrados por la asociación, al momento de gestionar la producción del medicamento.
Dado lo anterior, tras informarse la orden del ISP, desde la Universidad de Concepción afirmaron que las muestras ya fueron destruidas.
“Después de una visita de inspección técnica, realizada por parte del Instituto de Salud Pública (ISP) a la Asociación Chilena de Farmacias Populares (ACHIFARP), todas las muestras almacenadas fueron enviadas de regreso a la Universidad de Concepción, donde fueron destruidas según protocolo indicado por ISP y ejecutado por proveedor externo, autorizado por el Instituto de Salud Pública”, señalaron desde la entidad a través de un comunicado.
“Las muestras generadas no tenían valor o uso farmacéutico, porque solo fueron desarrolladas con fines analíticos y para estudios de estabilidad”, añadieron.
