Señor Director:
En la actualidad, la higiene de manos es el factor individual más importante para el control de infecciones. La preocupación por esta práctica data del año 1874, donde Ignaz Semmelweis descubrió que esta simple medida salvaba vidas.
Sin duda, desde el inicio de la pandemia por Covid-19, uno de los pilares claves para limitar la transmisión de este virus fue aplicar higiene de manos en el momento oportuno y de forma correcta.
El lavado de manos disminuye la incidencia de las infecciones asociadas a la atención en salud (IAAS). Estas se asocian a mayor mortalidad, discapacidad, prolongación del tiempo de hospitalización y aumento de los gastos sanitarios. Según la OMS, entre un 5 % y 10% de los pacientes que ingresan a hospitales contraerán una o más IAAS.
En Chile, el MINSAL señaló que para el 2019, se reportaron 6.730 de estas infecciones, lo que significó un 37% del total días camas ocupados en hospitales públicos. Los costos de esto para los pacientes o instituciones de salud son alrededor de 2,8 veces más que pacientes no infectados.
No solo por la crisis sanitaria actual es relevante la higiene de manos, la correcta adherencia a esta medida protege a los pacientes y trabajadores del área de la salud de contraer IAAS.
El 5 de mayo del 2022, fue el Día Mundial de la higiene de manos, día en que a nivel mundial se hizo un llamado para sensibilizar a la población, que un gesto tan simple como esto, en especial con alcohol gel, puede ser clave para la supervivencia de millones de personas, disminuir los costos en salud, mejorar la calidad de la atención y la seguridad de la asistencia sanitaria.
Naldy Febré V.,
doctora en Ciencias de la salud.
Directora del Magíster en Gestión de Riesgos, seguridad y salud en el trabajo.
Facultad de Enfermería- Universidad Andrés Bello.
