Humanismo

Acepto, primero que nada, que soy un ser humano normal, de naturaleza variada, cambiante, múltiple y constante.Que fui creado por una divinidad todopoderosa.
Afirmación que me la apropié, y que está tomada del “Discurso sobre la dignidad del hombre”, de Giovanni Pico della Mirandola.Texto en el que se plasma el sincretismo (sistema filosófico que trata de conciliar doctrinas diferentes) propio del humanismo renacentista, distinguiéndose las influencias de la tradición platónica, el cristianismo y el pensamiento de Aristóteles.  Y por si fuera poco lo anterior, me atrevo a decir que el ser humano es convivencia de finitud e infinitud (binomio que me encanta porque en dos palabras dice todo lo que el humano es).Añadiendo además para enriquecer esta dualidad lo siguiente: Binomio de riqueza y de carencia, de posibilidades del bien y del mal, de aciertos y desaciertos, de conciertos y desconciertos.
también digo que hay muchos, pero muchos motivos para no creer en el ser humano, y en ocasiones demasiado pesados.La lista sería muy larga, pero no interminable. La decepción no es otra cosa que una serie de razones para sustentar una gran desconfianza en el hombre como humano.Sin embargo, no hay que irnos al extremo oscuro de esta polarización, ya que también podemos afirmar y confiar en el extremo puro del hombre y su mundo particular.Hay muchos motivos para creer en el ser humano. Un ejemplo simple y sencillo puede hacernos recuperar la fe en nuestros congéneres: Salimos a la calle.Vemos de inmediato a varios automóviles dándose en la esquina conscientemente el paso uno a uno. ¿Este acto tan simple y banal significa algo? Si, y digo que es humanización en vivo, humanización encarnada, es un acto de reconocimiento de que el otro tiene tanto derecho como yo al espacio de la ciudad; un acto en donde el otro se siente estimado al darle yo mi espacio dentro de mi estima, un acto de humilde respeto que me permite desprenderme de conceptos y actitudes de prepotencia. Literalmente “es poder humanizarnos en cada esquina”.Hay muchísimos detalles de este tipo en todas las esquinas de las ciudades de todo el mundo, lo cual es humanismo activo. Es el humanismo que está en la calle misma.
hace tiempo que fui testigo de un ejercicio social en que a dos grupos se les encargó hacer una lista exhaustiva de males y penalidades, al primero, y al otro una lista de los detalles buenos, bellos o santos que hay en el mundo. El primer grupo terminó primero su encomienda y el segundo nunca la terminó. Es importante abrir bien los ojos para descubrir que, con frecuencia, en estas pequeñeces se hace patente la grandeza y la humanidad de las personas.Entonces, podemos hacer el acto inteligente de tener fe en el ser humano, en el medio mismo de sus lamentables desaciertos.Para finalizar, sintetizo dos certezas propias del ser humano:1. Hay una bondad infinita en el ser humano.2. Los dones y potencialidades congénitas, innatas que le constituyen, entrañan un dinamismo hacia el florecimiento, hacia el equilibrio, hacia el despliegue, hacia la humanización.Somos un viviente capital humanizador, hasta el punto donde ya podremos encontrar el sitio a que vamos.  Continuará…



Source link

Related Posts

Add Comment