Durante el primer día del cierre de las estaciones Pantitlán a Salto del Agua de la Línea 1 del Metro de la Ciudad de México, Balderas se convirtió en estación terminal emergente, con un panorama marcado por aglomeraciones y caos.
Las filas para abordar las unidades de la RTP que desde Balderas van a Pantitlán —para completar el trayecto hasta el oriente de la capital— se encuentran saturadas aunque avanzan de manera fluida debido al paso de camiones.
Usuarios del transporte que llegan a Balderas por lo general todavía desconocen cómo trasladarse a las estaciones de la Línea 1.
Ante esto, son orientados por las decenas de servidores públicos que se encuentran apoyando los operativos viales.
Tres carriles de la afluencia vehicular fueron cerrados a la circulación para que los camiones de la RTP puedan brindar servicio.
Durante los ocho meses que durarán las obras de rehabilitación de la Línea 1 —la más antigua de la ciudad—, Balderas fungirá como terminal.
Por ello, quienes quieran recorrer todo el tramo de la Línea 1 podrán ir en Metro de Observatorio a Balderas y de ahí deberán tomar las unidades de la RTP que cubren la ruta de las estaciones cerradas.
En sentido opuesto, quienes quieran ir de oriente a poniente deberán tomar un autobús de la RTP desde Pantitlán hasta Balderas y desde ahí continuar en Metro.
Las autoridades capitalinas reconocen que esto generará molestia a los usuarios y un aumento en los tiempos de traslado, pero sostienen que el cierre para hacer trabajos en la Línea 1 era necesario, y que se planeó y se están tomando medidas para agilizar la transportación.
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