Que en el Poder Legislativo federal haya paridad no significa que la agenda de género sea una prioridad, y la parálisis legislativa para contar con un Sistema Nacional de Cuidados en el que el Estado deje de ser omiso y asuma su responsabilidad es un claro ejemplo de ello, reclamaron expertas durante el seminario internacional “El Estado y la sociedad frente a los cuidados”, organizado por la Federación Mexicana de Universitarias (FEMU).
Durante el encuentro, las investigadoras consideraron que el que las diputadas y senadoras no legislen en favor de las mujeres tiene que ver con una realidad patriarcal en la que deben seguir instrucciones de sus grupos parlamentarios si no quieren perder esos espacios, que mayoritariamente se entregan a través de cuotas políticas.
“Muchas de estas mujeres tienen que respetar u obedecer la lealtad partidista y, si el partido no quiere o no tiene en su agenda el votar por determinada ley, pues ellas tienen que obedecer”, alertó Andrea Samaniego, académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
Incluso, expuso, se ha observado que las legisladoras con independencia o que han intentado impulsar iniciativas de corte feminista no fueron reelectas.
“Hubo un castigo de los dirigentes de los partidos políticos hacia esas mujeres (…) En términos legales sí hemos avanzado, está la paridad, pero todavía hay candados simbólicos que le dicen a las mujeres que tienen que acatar, cuadrarse y ser leales a los dictámenes y lo que dictan los presidentes nacionales de los partidos políticos”, insistió.
Actualmente hay dos iniciativas para la creación de la Ley General de Sistema Nacional de Cuidados.
La primera propuesta fue presentada el 21 de octubre de 2021 por un grupo plural de legisladoras de Morena, Partido del Trabajo, Movimiento Ciudadano y algunas otras que no tenían partido.
El objetivo de esta propuesta es la creación de un ordenamiento jurídico que tendría como meta garantizar el acceso y disfrute del derecho de los ciudadanos a los cuidados, estableciendo la corresponsabilidad entre hombres, mujeres, familias, comunidad, mercado y Estado.
Además, se propone que los servicios de cuidado sean aquellos que brinden atención y asistencia a las personas en situación de dependencia y sus modalidades puedan ser a domicilio, institucionales o residenciales.
La segunda propuesta, que contempla en general las mismas directrices que la primera, se presentó en enero pasado por parte de la senadora Nuvia Mayorga, del PRI.
A la fecha, ambas propuestas se encuentran congeladas.
“Hay que capacitar a nuestras legisladoras. Ya se logró la paridad, pero muchas de ellas toman las agendas de género sin estudiarlas, sin estar convencidas y sin tener un compromiso con ello”, consideró la maestra Lourdes Enríquez, de la FEMU.
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Datos del Inegi revelan que, durante 2021, por ejemplo, el valor económico del trabajo doméstico y de cuidados representó unos 6.8 billones de pesos, es decir, el 26.3% del PIB.
“En 2021, las mujeres tuvieron la mayor carga del trabajo, con 3 mil 417 millones de horas a la semana. Los hombres sumaron 2 mil 907 millones de horas. En otras palabras, por cada 10 horas del tiempo total de trabajo de las mujeres, los hombres realizaron 8.5”, informó el Inegi en la presentación de los resultados de Cuenta Satélite del Trabajo No Remunerado de los Hogares de México (CSTNRHM) 2021.
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A la vulneración de los derechos de las mujeres al no legislar para concretar un Sistema Nacional de Cuidados se suma la desaparición de políticas públicas que apoyaban a las mujeres en su responsabilidad frente a la labor de cuidados, por ejemplo, las guarderías y estancias infantiles, así como el programa Escuelas de Tiempo Completo, advirtieron las especialistas.
“Sería ideal que hubiera políticas estructurales en donde el Estado asuma su obligación (…) porque está siendo omiso en diseñar políticas públicas estructurales para lograr la conciliación de la vida laboral y familiar, y en este momento quienes mayor tiempo, esfuerzo, salud y vida dedicamos somos las mujeres”, dijo en su oportunidad Julieta Morales, de la Universidad de Castilla, España.
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