Conciliar: una aspiración y un desafío

Lograr un adecuado balance entre el trabajo y la vida personal es un anhelo cada vez más presente en nuestra sociedad. Las organizaciones están buscando e implementando fórmulas para abordar de mejor manera la conciliación y las personas están exigiendo progresivamente espacios laborales que brinden mejores alternativas en este sentido.
Sin embargo, para las mujeres hay una tarea adicional: lograr la conciliación entre su trabajo, las actividades del hogar, de cuidado, de crianza y conjugar todo esto con la posibilidad de contar con espacios para su propio bienestar y desarrollo.
La evidencia muestra que la carga adicional que enfrentan las mujeres -en el ámbito de los cuidados y las tareas del hogar-, es una de las principales barreras, tanto para su incorporación en el mundo del trabajo, como para su desarrollo de carrera. Por esto, es importante dimensionar y comprender los alcances que esta asignación cultural de roles tiene en las distintas esferas, para así avanzar en las líneas de acción necesarias para impulsar la participación laboral femenina y generar las condiciones que permitan también aumentar su presencia en la alta dirección organizacional.
De acuerdo a los datos del estudio realizado recientemente por Criteria, REDMAD y Coca-Cola Chile, para hombres y mujeres el estrés laboral, así como la carga de tareas domésticas y de cuidados, son factores que inciden en la posibilidad de cumplir propósitos que demandan tiempo y dedicación, como tener un pasatiempo, capacitarse o juntarse con amigos. Sin embargo, los resultados también muestran que, a igual nivel de estrés laboral, las mujeres tienen un menor nivel de satisfacción respecto al cumplimiento de sus metas de desarrollo personal (un 38% versus el 30% de los hombres). Esto puede explicarse, por ejemplo, por datos del mismo informe -y que hemos visto en otras investigaciones también-, que muestran que las mujeres tienen una carga de trabajo doméstico mayor que los hombres: 42% de ellas realizan al menos cuatro actividades por tres horas o más a la semana, mientras que en el caso de los hombres la cifra llega a un 24%.
Avanzar en materia de conciliación laboral y personal, es una meta que debemos alcanzar para tener una sociedad más sostenible y con mayor bienestar para todos. Pero esa conciliación no será suficiente si es que mantenemos una distribución inequitativa de las tareas domésticas y de cuidados, es más, podría tener el efecto contrario si es que no procuramos que simultáneamente hombres y mujeres logren una repartición de los deberes que demanda la vida personal y familiar.



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