La lucha de las mujeres indígenas contra el terricidio resiste y florece



‘A través de nosotras hablan paisajes, habla naturaleza, hablan miles de años de resistencia y lucha’Octubre de 2019. Moira Millán, weychafe Mapuche, activista defensora de los Derechos Humanos y de la naturaleza, toma la palabra y da su discurso en el altavoz para todas sus compañeras agrupadas alrededor. Llevan 11 días reunidas pacíficamente en el Ministerio del Interior argentino. Dejaron su familia, su hogar y su vida para viajar al corazón de Capital Federal con un objetivo en común: defender sus tierras.Desde Formosa, Chaco, Santa Fe, Misiones, Salta, Neuquén y Chubut, mujeres indígenas se autoconvocaron con la idea de hablar con Rogelio Frigerio, quien era entonces Ministro del Interior. Ese reclamo, histórico en nuestro país y en el mundo, quedó registrado en las cámaras de María Laura Vázquez, creadora del documental “La rebelión de las flores” que se puede ver en CineAr a partir del 9 de marzo.“Me parece importante darle la voz a estas mujeres que son las más acalladas, y darnos cuenta de que están luchando por nosotras, por todes, hombres y mujeres”, analiza la directora, en una charla por Zoom con Filo.news. ¿Cómo nació la idea del proyecto? ¿con qué se encontró? ¿qué significó la presencia de Rita Segato y Nora Cortiñas?***
“Siempre soñé con hacer películas, nunca me planteé otra cosa”, dice María Laura Vázquez. Nacida en La Plata en 1976, y con un papá cinéfilo que la llevaba al cine desde muy pequeña, profesionalizó su sueño en Avellaneda y luego en San Antonio de Los Baños, Cuba, donde se recibió de realizadora audiovisual.Fue cuando viajó a Venezuela en los 2000 cuando se encontró con un país convulsionado de Hugo Chávez, donde desde la productora Villa del Cine le propusieron incursionar en el documental: “Empecé a registrar lo que estaba aconteciendo y me re contra interesó, todo lo que fue el proceso de revolución, me enamoré profundamente del documental y le dediqué toda mi vida después”, reveló.María Laura Vázquez | Foto: Gentileza prensaTambién trabajó junto a Oliver Stone en la investigación y recopilación de material de archivo para el film “Al sur de la frontera” (2010) y para el film “Mi amigo Hugo” (2014). Llevó su cámara a países como Bolivia, Nicaragua, Cuba, realizó más de 20 documentales de corte cultural y político-social y produjo programas de televisión dentro de la misma temática documental. Desde mediados de 2011 reside en Buenos Aires, en proceso de edición de su documental “En busca de Legeryn”.“Me interesó el tema de registrar los procesos de Latinoamérica revolucionarios o que intentaran hacer algunos proyectos diferentes al capitalismo o neoliberalismo”, dijo la cineasta. Así fue como se encontró con la lucha de Moira y de las mujeres indígenas en Argentina en defensa de sus territorios.Foto: Gentileza prensa“La conocí hace 4, 5 años atrás, y me llamó muchísimo la atención todo el análisis que hacía, la crítica, las propuestas… empecé a conocer las otras hermanas que estaban con ellas en el movimiento y empecé a registrar lo que estaba pasando, a acompañar. Me pareció muy potente lo que sucedió e increíblemente invisibilizado. No sabía que iba a suceder con ese material al principio”, recordó Vázquez en diálogo con este medio.Las escenas eran debatidas en las asambleas entre todas, según cuenta la directora, e incluso muchas participaron de la edición, dieron su opinión, aportaron su creatividad. El resultado: un documental de 90 minutos que expone no solo cómo fue su reclamo en el Ministerio sino también la necesidad de pensar más allá: ¿qué importancia le damos al medio ambiente? ¿qué tiene que ver el racismo y el patriarcado?***Durante su estadía en Buenos Aires, las mujeres denunciaron el terricidio ambiental desatado en las regiones que habitan y las consecuencias que esto trae en las vidas de sus comunidades. Allí se enfrentaron con la desidia gubernamental y con la indiferencia mediática que invisibilizó el hecho.“El racismo, el clasismo, el patriarcado, son cuestiones que como sociedad nos traspasan desde la colonia hasta ahora. En la película se muestra que las mujeres indígenas deciden tomar la palabra. Ellas no se definen como ‘feministas’ sino como ‘anti-patriarcales’, que son dos conceptos diferentes… Hay toda una cuestión del feminismo que no toma el cruzamiento clase-raza, muchas no se sienten identificadas por muchas partes del feminismo pero sí del concepto de anti-patriarcal”, analizó la cineasta.Foto: Gentileza prensaEl film cuenta con la participación de las Mujeres indígenas autoconvocadas de territorios en conflicto, y también Rita Segato y Nora Cortiñas. “Rita es amiga hace muchos años, de hecho la convoqué yo -contó la directora y siguió-. Para mí ella es una referente, es una persona que quiero y respeto mucho. Norita siempre que hay una lucha está. También nos acompañó en el estreno de la película, creo que es maravillosa, las hermanas estuvieron muy agradecidas”.Se define ‘terricidio’ al asesinato no sólo de los ecosistemas tangibles y de los pueblos que lo habitan, sino también de todas las fuerzas que regulan la vida en la tierra, como explicaron en una entrevista para Filo.news hace algunos años atrás.Foto: Gentileza prensa“El reclamo de las mujeres indígenas nos toca a todes. Ellas lo viven en carne propia, viven la persecución de lideresas sociales, los incendios, el desastre de las mineras, la sequía… ellas están luchando por algo que las consecuencias las estamos viviendo todos y todas, con lo cual me siento profundamente hermanada con lo que ellas piden”, confesó Vázquez, quien contó que la mayoría de las noches se quedó acampando junto a ellas.***
Vázquez estuvo cinco años trabajando en la película. Hoy siente que se llevó varios aprendizajes, con respecto a la relación de cuerpo – territorio, la mujer y la naturaleza, la dimensión de universalidad que representan las comunidades y mucho más.“En términos más sociopolíticos e históricos me cambió bastante la idea de Estado-Nación como elemento posible de transformación política, que tienden tanto a anular la diferencia, como la diversidad”, concluyó.Lo cierto es que su lucha sigue en pie, más viva que nunca, y sigue resistiendo con el paso del tiempo. Como cierra Millán en el documental: ‘Vamos a volver a crecer, vamos a volver a florecer”. 



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