Los que alguna vez fueron el símbolo de modernidad del Transantiago, hoy oficialmente están fuera de las calles, ya que la última micro “oruga”, terminó su recorrido final.
Después de cerca de 18 años desde su implementación en Santiago, el bus modelo Volvo B9 SALF de la línea 271, perteneciente a la empresa Subus Chile, salió de circulación.
La última micro oruga de Transantiago
Pasadas las 23:00 horas del miércoles 31 de mayo, la máquina terminó su último recorrido tras terminar su ruta entre Mapocho y la comuna de San Bernardo, y detuvo sus operaciones definitivamente.
Con esto, se dio fin a la era de los buses articulados del Transantiago, que algún momento fueron rostro de la modernidad que representaba el sistema de transporte que reemplazó a las micros amarillas entre 2005 y 2006. Su paso por las calles de la capital estuvo tanto por sus virtudes como las críticas que recibió desde su implementación.
“Hubo problemas de operación. El radio de giro a veces no daba, otras veces se quedaron atascados en un paso bajo nivel. Pero fue un aprendizaje para el transporte público mundial, respecto a que se podían hacer algunas cosas más eficientemente”, dijo Rafael Delpiano, académico de la Universidad de Los Andes a Las Últimas Noticias.
Esta máquina hará historia:
La unidad PPU WC1101 será el último de los casi 1000 Volvos B9SALF que circundaron las calles de Santiago en @Transantiago/@Red_Movilidad
1,5 millones de km recorridos, casi 18 años en servicio y millones de pasajeros transportados llegan a su fin… pic.twitter.com/005miSIUtu
— Er Danié (@dacaaguero) June 1, 2023
Otro aspecto que las dejó obsoletas, es su rendimiento, que era de un kilómetro por litro de combustible. Esta cifra es tres veces menos que el rendimiento de 3,5 kilómetros por litro de los buses de 12 metros actuales de RED, que también cuentan con máquinas “oruga” pero de otros modelos.
Además los modelos de buses actuales tienen la presencia de radares, sensores y pantallas para no chocar con elementos cercanos, lo que permite minimizar “puntos ciegos” de los conductores, y que eran un problema en las micros “oruga” antiguos.
