Rodrigo De Paul recordó Qatar 2022: “Hubo noches en las que me puse a llorar”



En la previa del partido amistoso ante Australia, que reedita los octavos de final de Qatar 2022, el volante símbolo de la Selección Argentina, Rodrigo De Paul, reveló detalles de la Copa del Mundo: cómo fue su preparación, la dura derrota ante Arabia Saudita, la confianza de Messi, su lesión y la vida siendo campeón.La preparación al MundialLa vida del volante del Atlético Madrid fue muy mediática en el último tiempo por su relación con la cantante Tini Stoessel y llegó a la competencia en esa situación: “No es para nada fácil controlar la cabeza. Me apoyé mucho en ella. Sabía que estaban mis amigos y familia, pero a veces tener varias opiniones te desordena la cabeza. Intenté elegir una persona y fue ella, que me sacaba de esos momentos y me hacía despegar un ratito de todo lo que estaba sintiendo. Si intentás sentir que no te pasa nada, es una batalla que vas a perder”, declaró en una entrevista con TV Pública. “Quisieron instalar cosas y dijeron que no iba a poder jugar el Mundial o que tenía la cabeza en otro lado. Llevaron todo a un lugar feo cuando en los últimos dos meses prácticamente no salí de mi casa. A las 2 de la mañana grabé videos entrenando y contando los días que faltaban para el Mundial. Me preparé así. No iba a salir a decirlo y, aunque es súper injusto, la única manera es demostrar adentro de la cancha. Si la cosa sale mal, no hay explicación que valga. Muchos momentos antes de la Copa fueron hostiles”, agregó. “No puedo decir que no tenía miedo, obvio que lo tenía. Si perdés, te volvés y se termina el sueño. Hay una lucha interna de controlarlo, de creer que el miedo no te tiene que paralizar o ganar. Siento que en mi caso pude controlar esa lucha aunque hubo momentos en que te sobrepasa. Hubo noches en las que me puse a llorar. Estaba en la habitación con Nico (Otamendi) y lloraba, pero no de angustia ni nada, muchas veces de felicidad. Pero necesitás descargarte. Otros no lloran o se descargan jugando a algo. Eran pequeños puntos para no perder el eje o equilibrio”, reveló.La derrota con Arabia Saudita”Antes del debut me acuerdo estar muy nervioso. Con Scaloni tengo una relación muy fuerte y si tiene que cagar a pedos a alguien, es a mí. Vino a ver un partido entre Atlético Madrid y Mallorca y charlamos del sorteo del Mundial. Le dije que qué bueno arrancar con Arabia Saudita, porque había muchos chicos que debutábamos y era un buen rival. Me respondió ‘¡no, es lo peor que nos pudo pasar! Porque pensamos que va a ser una selección fácil y yo jugué un Mundial, el primer partido es el peor de todos, cuando toca el silbato el árbitro, por más fuerte que te creas, te baja todo’. Dicho y hecho”, confesó el volante, quien no mantuvo un buen nivel en ese compromiso.Tras la caída, que fue clave para reaccionar a tiempo, recordó: “Con la cabeza más fría me di cuenta de que no fui yo, algo me ganó. No controlé las emociones los 90 minutos, me controlaron a mí. Pero me sirvió para encarar los partidos de otra manera. No puedo explicar lo duro que fue el golpe”. “Tengo en la cabeza la imagen de escuchar solo los tenedores haciendo ruido en los platos. No volaba una mosca. A los que ayudaban en el mediodía anterior, les pidieron que se fueran para que no hubiera ruido. Se escuchaba pac, tac, tic. Fue muy duro, pero estábamos preparados para el golpe y lo gestionamos bien. Tuvimos un pequeño duelo y entendimos que todo seguía”, continuó.La confianza ciega de Lionel Messi”Hablábamos de todos los escenarios posibles y yo le decía ‘boludo, nuestro Mundial puede durar cinco días si no le ganamos a México’. Yo había sacado entradas hasta la final, imaginate la confianza que tenía. Pero Leo siempre habló desde el lugar que contra México no nos íbamos a ir del Mundial. ‘No va a ser el último partido’, decía. No sé si de negación o inconsciencia, pero podía ser el último partido de él en Mundiales. Siempre habló con mucha confianza y lo transmite. Cuando el 10 habla así… Leo tiene magnetismo, te lleva a mirarlo, escucharlo y hacer silencio. Si yo cuento alguna anécdota acá, atrás de cámara hablan de otra cosa, pero si Leo se pone a contar cualquier gilada, lo tenés que escuchar y se concentra todo en él”, destacó.”Nos tomábamos la mañana, había un lugar donde había pasto, nos descalzábamos y decíamos que íbamos a agarrar buena energía ahí. Poníamos música y una ronda de mates. Estábamos un rato ahí y volvíamos a la pieza. Eran pequeñas cositas que nos gustaban. Messi dijo que disfrutó el Mundial como ningún otro”, expresó.”En lo primero que pensé cuando el penal de Montiel entró fue en Leo. Me di cuenta por todo lo que había pasado. Al ser una de las personas más importantes del mundo del fútbol, cuando Argentina quedaba afuera de los Mundiales era la cara de la derrota. ¿Qué le diría? Le agradecería por ser quién es conmigo. La confianza que tiene conmigo para mí pasó todo tipo de barrera. Lo considero un amigo, lo quiero un montón”, cerró.La lesión que casi lo deja afuera vs. Países BajosEn la previa de los cuartos de final del Mundial de Qatar 2022 De Paul estaba en duda por una molestia muscular: “Antes de jugar con Países Bajos me tenía que recuperar de la lesión en dos días. A 48 horas, caminé en la cinta y no sentí nada, me fui contento. El Enano (Messi) me acompañó a que probara correr, miraba sentado en una pelota. Hice las primeras dos y vi que el profe se miró con el fisio. Las dos o tres que quedaban cerré los ojos y corrí 10 metros a velocidad. Me dolía, pero iba a aguantar. El problema era que el médico me dijo que había 80% de chances de que quedara afuera del Mundial”, reveló.”Hice la entrada en calor para el partido con Países Bajos y me sentí bien, pensé que no me iba a doler. Pero cuando rematé, vi las estrellas. Ahí me hice el boludo, empecé a juntar pelotas para no patear más y me vieron el Ratón (Ayala) o Pablo (Aimar), que le dijeron a Scaloni. El kinesiólogo me apretó bien la zona para que se me durmiera y escuché que el técnico le dice a Exequiel Palacios y Leandro Paredes que apenas empezara el partido fueran a calentar. No se me fue el dolor, pero sí el pensamiento de que me podía pasar”Ser campeón del mundo”El Mundial emocionalmente me cambió un montón, en relación al cariño y reconocimiento de la gente. Todos los días pienso en el Mundial. Siento que no volveré a vivir esas emociones tan extremas. Alegría, miedo, nerviosismo, ansiedad, todo fue muy extremo. No sé cuánto disfruté el Mundial, pero sí lo recontra viví. Mirábamos todos los partidos y analizábamos qué rivales se podían cruzar. Los tres partidos del día los vivíamos al máximo. Cada partido con los hinchas era ‘o te hago feliz o me vas a odiar, me vas a amar u odiar’. Y capaz que uno hacía todo para que lo amen, pero depende de muchas cosas. ¿Qué es ser campeón del mundo? No lo sé”, reconoció. “Si vos me decís que el final es levantar otra vez la Copa del Mundo, obvio que aguanto el dolor. Pero nadie me lo va a asegurar. No sé cuánto una cabeza puede aguantar sentir ese miedo extremo de fallarle a un país. Esos nervios de no poder controlarte y caminar por la habitación una hora. Estar en el medio de un Mundial es como estar en medio de un tornado. Por eso cuando las cosas salían bien, la alegría es totalmente imposible de describir”, concluyó.



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