Incrementan programas sociales opacos y recortan los que sí funcionaban


En 2019 se continuará financiando programas sociales con bajo desempeño e incluso opacos que no reportan indicadores de población beneficiada ni miden impacto, mientras recortan presupuesto a los que tenían un nivel de desempeño óptimo, denuncia Gestión Social y Cooperación (GESOC).
En un análisis al Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2019, el organismo agrega que se crearán más programas sociales fragmentados que dispersan los recursos en “pequeñas bolsas” que luego son controlados por grupos de poder.
La organización dedicada a evaluar políticas sociales, gestión pública, transparencia y rendición de cuentas precisa que la propuesta que el secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, entregó al Congreso hay 36 nuevos programas sociales para un total de 134. En el último año de la administración del expresidente Enrique Peña Nieto había 119.
Alfredo Elizondo, coordinador de Proyectos de GESOC, explica que el problema de incrementar el número de programas sociales es que están poco coordinados o duplicados, y “eso provoca fragmentación y propicia que los capturen grupos específicos. Además, al número de programas federales se agregan los mil 300 estatales y los 3 mil que, reporta el Coneval, operan en los municipios. Es un cúmulo de bolsitas sin reglas de operación, sin padrones de beneficiarios, sin mediciones y con muchas deficiencias”.
El análisis de GESOC resalta que el impulso que se da a tres programas prioritarios, como son becas para jóvenes, pensión para adultos mayores y el de pensión a personas con discapacidad, y el incremento al salario mínimo son estrategias positivas para mejorar los ingresos de la población, pero no son suficientes para transformar los problemas de desigualdad.
“La idea es pegarle a la única variable en la que por años no ha podido tener impacto la política de desarrollo social: el ingreso. Las medidas mencionadas van a tener un efecto positivo en esto, pero hay que considerar la baja en programas como los de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) que van a golpear más a pequeños productores, si no se les aplica una buena reestructura sobre todo para evitar que los capturen ciertos grupos”, señala Elizondo.
En su Índice de Desempeño de los Programas Públicos Federales (INDEP) 2018, GESOC ubicaba a 11 como los de alto potencial, es decir, programas que podrían tener muy buenos resultados y solo necesitaban de más recursos. De esos 11, solo tres recibieron más presupuesto. El que se lleva la mejor partida es el de Pensión de Adultos Mayores que pasa de 39 mil millones a 100 mil millones. En cambio el seguro de vida para jefas de familia, que no tendría por qué tener recorte, perdió recursos. Lo mismo el Sistema Nacional de Investigadores.
En contraste, programas con un nivel de desempeño óptimo también se propone una disminución. GESOC destaca que se eliminaron o se les redujo recursos a programas y presupuestos orientados a la igualdad de género y al fomento de las actividades de la sociedad civil organizada como el programa de estancias infantiles para apoyar a madres trabajadoras o el Programa de Conversión Social, de Indesol.
Como una de las grandes contradicciones, los programas que GESOC señaló como opacos por no dar información sobre su desempeño y que por esta razón ubicó en la categoría de caja negra, no fueron eliminados y de los 6 mil 503 millones que tenían de presupuesto solo se les redujeron 127 millones de pesos, apenas el 1.9 %.
 
Esta publicación fue posible gracias al apoyo de Fundación Kellogg.



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