¿Qué reclaman las trabajadoras de línea 144 que atiende a víctimas de violencia?


Después de la denuncia de la actriz Thelma Fardín, las llamadas a la línea 144 se triplicaron pero dicha línea y sus trabajadoras, que vienen reclamando ya por mejoras en las condiciones laborales, no dan a basto.Dicho número de consulta es el más conocido y el más replicado en los medios de comunicación, pero sus empleadas están tercerizadas y ese punto es uno de los principales reclamos. La línea 144 que depende del Instituto Nacional de las Mujeres (INAM) y con competencia en toda la provincia de Buenos Aires vive uno de sus momentos más álgidos de trabajo y caudal de llamados pero tienen que lidiar con problemas básicamente estructurales.

Filo.News habló con Verónica Misseri, delegada de la línea 144 que explicó cómo y cuán grave es su situación.”Desde el 2016 se terceriza la contratación de las operadoras y este año las coordinadoras de guardias también. Ellas están contratadas a través de la empresa privada Provincia NET con quien la Secretaria de Derechos Humanos hace un convenio”, explica la delegada gremial.Según Verónica, dicha tercerización no tiene que ver con una cuestión económica sino más bien de control. “Esto es una contratación fraudulenta, las compañeras quedan contratadas en una empresa que no deja que los derechos laborales de todas las compañeras se cumplan como deberían cumplirse. Al Estado le sale más caro tercerizar que contratarnos, pero entendemos que lo hacen para que, cuando nos quejamos de las condiciones laborales, no deban hacerse cargo porque es otra la empresa que contrata a las empleadas”, denuncia. 

Empleadas despedidas piden su reincorporación a la línea

Por otro lado, las trabajadoras reclaman la incorporación de cinco compañeras que por participar de asambleas no se les renovó el contrato. Ellas formaban parte de un equipo de seguimiento de riesgo a las víctimas que viven situaciones más delicadas que el resto. Según verónica, muchas de las desvinculadas eran psicólogas sociales, profesión clave para este tipo de acompañamiento.  Además, la delegada explica que durante este movilizante proceso las llamadas por violencia sexual se triplicaron y como no se sumó a nadie al equipo las empleadas trabajan más y tienen más presiones a la hora de atender los llamados. “La línea 144 se convirtió en la política publica por excelencia, no es la única pero si es la más mediatizada y en esa mediatizacion quedaron las compañeras que vieron en este ultimo año como se sacaban espacios de cuidado”, informa. Los espacios de cuidado, según relata, son reuniones de todas las trabajadoras que sirven para elaborar estrategias en equipo y poder resolver no sólo situaciones puntuales sino también para poder mejorar la atención combinando las distintas profesiones de cada trabajadora. Las presiones de tiempos para cada llamado también son un problema que debe modificarse. “Así como a una mujer en situación de violencia se le debe habilitar el espacio de escucha, eso no puede estar cronometrado y bajo ningún punto de vista las chicas que atienden deben estar pensando que ya hablaron demasiado con una mujer que está sufriendo violencia. Tienen que ser lugares de cuidado no un deposito de mujeres que atienden mecánicamente”, finaliza. 



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