translated from Spanish: ¿Los zoológicos han salvado animales?

Intentar quemar el zoológico me parece macabro, absolutamente condenable y los responsables deben ser perseguidos. El no considerar el terror que los animales enjaulados sentirían al ver que se acerca el fuego y no poder arrancar como lo harían en su estado natural es simplemente cruel. Sería otro de los comportamientos naturales que estos animales no pueden desarrollar en el encierro.
Si bien no tengo ninguna relación con animalistas y me parece que pueden efectivamente ser un problema -por ejemplo, en su preferencia por los perros por sobre los daños que estos animales causan a la fauna silvestre y al ganado- independiente del irrelevante detalle de si comen vegetales o no, me gustaría saber que datos respaldan el título de la columna Los zoológicos han salvado mas vidas que los animalistas. Mera opinión es sin fundamento e irresponsable.
Tan irresponsable como cuando se generaliza con “los mapuches”. Recordar que es una organización la que se adjudicó el ataque siendo que en Chile hay mas de 100 agrupaciones que se definen animalistas. Es decir, no es representativo. Finalmente respecto a “salvar animales”, doy a conocer que los datos de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios muestran que en ese continente los zoológicos matan entre 4 mil a 5 mil animales sanos al año. Y según la Asociación Americana de Zoológicos, más de la mitad de estas organizaciones matan animales sanos al año.
Por otra parte, la anticoncepción de los zoológicos, manejo necesario para evitar sobrepoblación de jaulas, trae numerosos problemas de salud a los animales. Esto está ampliamente descrito, al igual que las enfermedades infecciosas transmitidas entre especies en estos recintos.
En los últimos cinco años, los zoológicos han dado noticias nefastas de manera continua, incluyendo en Chile, Argentina, Perú, Indonesia, Estados Unidos, Yemen, Pakistán, Alemania, Francia, y China, entre otros. De hecho la capacidad de los zoológicos para dar noticias sobre animales que se escapan, que tienen trastornos cognitivos por el encierro, que son maltratados o que mueren de hambre es tétrica.
Agrego la caza de cachorros elefantes silvestres en Zimbabue que llevará a cabo una compañía China en los próximos meses para ser llevados a zoológicos de este país (en pro de la conservación dirán claro). Los invito a hacer una búsqueda en internet. El hecho que hayan unos pocos zoológicos que efectivamente mantienen a los animales de manera “decente”, asumiendo que esta es una opción para primates mayores y grandes carnívoros, no es evidencia de que estas instituciones, en general, ya no son un mamarracho que encierra animales por lucro.
Finalmente, los zoológicos han salvado algunas pocas especies y generalmente se citan los mismos ejemplos a nivel mundial. Unos hechos positivos en, lamentablemente, un mar de fracasos. Los datos apuntan a que un 13% de los programas de reintroducción con poblaciones de zoológicos son finalmente exitosos, mientras que con poblaciones no ligadas a zoológicos aumenta al 31% (Fischer and Lindenmayer 2000). Extremadamente caro e ineficiente. Además de no cambiar nuestra relación con la naturaleza no habrá donde reintroducir animales y la crianza será un despropósito.
Por otra parte, estos programas no tienen ninguna necesidad de ser llevados a cabo por instituciones que en paralelo tienen como fin entretener a costa del encierro de animales. ¿Es una necesidad mantener jirafas o chimpancés que no tienen ningún fin de conservación encerrados en un cubo de cemento en el medio del smog de Santiago para desarrollar el programa de la Ranita de Darwin?
En Chile, el programa de reintroducción del Cóndor Andino es llevado a cabo en el Centro de Rehabilitación de Aves Rapaces que mantiene aves en cautiverio rescatadas y que no pueden volver a su medio. Este centro no expone animales con fin de entretención. Así mismo, el centro de Rehabilitación de Codeff, bajo condiciones similares, ha reintroducido grupos de Loros Choroy.
Paradójicamente, mientras Chile tiene varias especies con problemas serios a graves de conservación, estos centros prácticamente no reciben ayuda estatal para estos programas mientras que el zoológico, según lo expuesto en la carta, desarrolla un programa de crianza de un primate de Madagascar y del panda rojo que es asiático.
La expansión del zoológico costará 40 mil millones de pesos, mientras que el presupuesto de Conaf, que está a cargo de mantener y proteger nuestras áreas protegidas, fue reducido. Es casi una apología al sinsentido considerando que la forma más eficiente de mantener no solo especies, sino comunidades y ecosistemas -lo que nunca podrá un zoológico ni otro- son estas reservas de naturaleza.
Para adelantarme al fundamento del rol educacional de los zoológicos, la evidencia hasta ahora indica que en el mejor de los casos es irrelevante y en general inexistente.
Dejo claro que veo el valor de las poblaciones en cautiverio dependiendo de la especie (rana de Darwin versus Gorila), pero no para entretener personas que sigue siendo el primer fin de los zoológicos (guste o no guste). Además estoy convencido de que el personal del zoológico nacional están en extremo preocupados del bienestar de los animales en cautiverio.
Sin embargo, considero que la capacidad humana de esta institución debe enfocarse a mantener animales silvestres nativos de Chile que no tienen posibilidades de volver a insertarse en su medio natural y que los asistentes a estos recintos deben dar un giro en 180 grados. De una actitud festiva y recreacional a una de respeto y de aprendizaje. Como dijo Conway (2003): “Proponer la cría en cautiverio como la solución de la pérdida de biodiversidad es un tratamiento tópico para una epidemia”.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

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