El índice de homicidios en Sinaloa ha descendido un 23 por ciento en comparación con el año pasado a raíz de las inversiones en equipamiento que se han hecho, en capacitación y profesionalización de los policías; así como a la presencia de policías militares en los operativos de seguridad, entre otros factores.Esa cifra y su contexto dado a conocer por el gobernador Quirino Ordaz Coppel son alentadores, aunque no deben echarse las campanas al vuelo porque aún se siguen presentando asesinatos que impactan en la percepción ciudadana. La revelación pública realizada por Ordaz Coppel se da en el momento de cerrar el mes de abril con un repunte de homicidios en referencia al mes pasado, pero menor en los anteriores meses del año. Con los números expuestos se pretende acotar de una forma u otra la posible mala imagen que se pudiera crear en materia de seguridad. Sin embargo, cuando ocurre algún evento de alto impacto, los números a la baja salen sobrando, porque entra la percepción de los sinaloenses. Por ejemplo, al mismo tiempo de que se hace público el comportamiento a la baja en lo que va del año en el delito de homicidios, las mujeres del grupo Las Rastreadoras de El Fuerte realizaron el hallazgo de fosas clandestinas con once cadáveres en Guasave.Esto sin lugar a dudas es espeluznante, lo que da una idea de cómo está Sinaloa en este renglón, pese a que los encargados de seguridad tratan de minimizar el problema.
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