A pesar de que muchas de las condiciones que fomentan la desigualdad de género provienen de un entorno históricamente machista, también existen muchas prácticas que las mujeres realizan consigo mismas y que estancan este proceso de empoderamiento femenino.
Se trata de una especie de “autosabotaje” inconsciente, hábitos adquiridos por factores socioculturales asociados a las exigencias que tiene la mujer de alcanzar el ideal de “mujer perfecta”. Un ideal notoriamente impuesto.
Según los estudios realizados por Sally Helgesen, coach de liderazgo femenino y autora de “How women rise”, existen cinco malos hábitos que reproducen las mujeres a lo largo de sus vidas.
La tendencia de querer complacer a todos, es una de ellas. La autora explica que “no quedar mal con nadie”, sólo es un factor estresante que impide el desarrollo personal de las mujeres.
Por lo mismo, recomienda el autocuidado y el ser concientes de que no se puede decir que sí a todo. El mantra para esta ocasión es: “Lo voy a pensar muy cuidadosamente antes de decir que sí”.
La reticencia a destacar los propios logros y la tendencia a querer minimizar sus logros cuando alguien los destaca. La experta señala que la mujer debe aprender a destacar sus propias fortalezas y dejar de invisibilizarlas.
El sentimiento de culpa y castigarse con los errores es el tercer hábito de autosabotaje. Helgesen explica que las mujeres tienen una tendencia a analizar en exceso sus errores, a diferencia de los hombres. Por ello, la especialista recomienda ser menos severas consigo mismas.
El perfeccionismo excesivo también es un enemigo. “Es más fácil si lo hago yo”, suelen ser las frases recurrentes, razón por la cual las mujeres no delegan tareas al considerar que sólo ellas pueden hacerlo bien. Erradicar este hábito es otra sugerencia de la coach del talento femenino.
Por último, se debe erradicar la tendencia a inferiorizarse, especialmente en cargos superiores donde la mujer tiende a “minimizarse”, como si pidiera permiso para estar ahí.
En este aspecto, es común escuchar frases como “¿tienes un minuto?”, “¿te molesto un poco?”. Por lo que la autora de conocidos best sellers, recomienda a las mujeres posicionarse como una líderes, reconociendo el valor y cualidades que las llevaron a llegar ahí.
