El legado de Marlene Ahrens: deportista multifacética y la única mujer medallista en unos Juegos Olímpicos


El deporte chileno está de luto. La madrugada de ayer murió la exdeportista Marlene Ahrens a los 86 años, ícono del deporte nacional y figura consular a nivel femenino al ser la única mujer en conquistar una medalla en unos Juegos Olímpicos. Lo logró en Melbourne el 28 de noviembre de 1956 en el lanzamiento de la jabalina, con una marca de 50,38 metros, en una lucha donde ella no llegaba como favorita frente a las atletas europeas.
Así recordó su participación en Australia en una entrevista que dio para la Municipalidad de Viña del Mar a mediados de 2016, previo a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. “Estaban la checa Zatopekova, campeona olímpica en Helsinki ’52, y las soviéticas Nadezhda Konyayeva, campeona mundial en ese momento, e Inese Jaunzeme. Ellas eran las favoritas de acuerdo a sus antecedentes, pero me metí al medio de esas campeonas logrando el subtítulo. Jaunzeme envió la jabalina a 53.86 metros y la Konyayeva a 50.28. Y yo, como se sabe, a 50.38. Entonces, ¿qué más le puedo pedir a la vida si gané una medalla olímpica para Chile compitiendo con las mejores lanzadoras del mundo?”.
Su inicio fue meteórico. Su esposo Jorge Ebensperger la recomendó al entrenador Walter Frisch del Manquehue después de verla lanzar piedras mar adentro con un talento que era a todas luces evidente. Recibió su primera jabalina en 1955, apenas un año antes de su gran logro con apenas 23 años y tras ser multifacética a nivel deportivo. “Practicaba hockey césped, gimnasia, vóleibol, tenis, natación”, recordaba de sus primeros años.
Y no solo brilló a nivel olímpico marcando ese récord nacional y sudamericano, porque también fue monarca continental estableciendo un reinado que muy pocas han podido replicar. Fue, por ejemplo, campeona en los Sudamericanos de Santiago 1956, Montevideo 1958, Lima 1961 y Cali 1963. Además, se llevó el oro en los Panamericanos de Chicago 1959 y Sao Paulo 1963 y en el Iberoamericano de Madrid 1962.
También fue la abanderada en los Juegos de Roma 1960, pero no pudo repetir la experiencia. Con 27 años y dos hijos ella no quería asistir al torneo porque no se sentía preparada. “Sicológica y físicamente estaba mal. Pero la Federación Atlética y el COCh querían llevarme como fuera. Les dije: ‘No estoy capacitada y quiero ir a ganar, pero no estoy para lanzar más de 50 metros’. (…) Después de tanta insistencia, lancé 45 metros aproximadamente, y en Roma, donde lancé unos tres metros más, quedé undécima entre muchísimas competidoras”.
Para Tokio 1964 podría haber llegado en plenitud y madurez, pero tuvo que retirarse de la actividad. El sitio Mujeres Bacanas recuerda sus dichos de 1996 explicando el abrupto final de su carrera con la jabalina: “Paré en seco a un dirigente por lo que hoy sería catalogado como acoso sexual. Fui a hablar con el presidente del Comité Olímpico para estampar mi reclamo, porque dos atletas más habían sido molestadas por esta persona. En esa reunión me pidieron que me callara, porque si hacía pública la denuncia sería muy grave para el olimpismo. Eso me costó no ir a Tokio, que me suspendieran y me prohibieran apelar”.
Eso no impidió que volviera al deporte. En 1967 fue campeona en dobles mixto de tenis junto a Omar Pabst y en 1995 en los Panamericanos de Mar del Plata fue parte del equipo del adiestramiento ecuestre.
Tras conocerse su fallecimiento se multiplicaron los mensajes para recalcar su legado en el deporte. Miguel Ángel Mujica, presidente del Coch, destacó a radio Cooperativa que “ella siempre transmitió los valores olímpicos, fue directora del Comité Olímpico además. Siempre dio su palabra de orientación de los valores olímpicos, la tengo en mis mejores recuerdos. Lo siento en lo personal y en lo institucional”.
Francisca Crovetto, presidenta del Team Chile, comentó a hoyxhoy que “hemos perdido no solo a una gran referente deportiva, sino que una persona de una gran calidad humana. Marlene va a quedar siempre en la memoria y en nuestros corazones como un referente deportivo que fue capaz de derribar paradigmas, de luchar contra la adversidad que tenía el mundo femenino en esos tiempos. De liderar en un área tan preponderante en el mundo masculino como era el deporte”.
Crovetto recordó una de sus últimas actividades públicas: “Fue para la Gala olímpica del 2014 cuando el Comité olímpico cumplía 80 años. Se le reconoció a ella por su medalla olímpica y por toda su trayectoria. Recuerdo haber estado con ella en la misma mesa, haber conversado y siempre con una humildad y una sencillez que la caracterizaban muchísimo”.



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