Cristian Ruiz
Morelia, Michoacán.- A dos semanas de que el ayuntamiento de Morelia permitió la reapertura de los gimnasios y centros deportivos bajo el esquema de nueva normalidad, 20 de estos negocios tuvieron que cerrar y otros 10 más están en riesgo de hacerlo, debido a que su clientela bajó hasta en un 90%.
Rogelio Farid Gazca Pérez, integrante la Asociación de Gimnasios y Espacios Deportivos, compartió en entrevista que el regreso a las actividades de estos negocios no ha sido como lo esperaban, pues algunos empresarios no pudieron absorber los gastos de renta, salarios de empleados, pagos a proveedores o devoluciones de dinero por suscripciones mensuales y anuales de sus clientes.
En ese sentido, el empresario compartió que su negocio, Urban Gym es uno de los que está el riesgo de cerrar, esto debido a que su principal clientela son los estudiantes de Ciudad Universitaria, pero este sitio lleva más de tres meses cerrado por la contingencia y algunos otros clientes no han vuelto por temor a contagiarse de Covid-19, por el uso de alguno de los aparatos.
“La pandemia nos ha hecho hacer gastos que antes no teníamos previstos, por ejemplo tuvimos que comprar termómetros de láser que cuestan desde 1500 hasta 2500, también comprar tapetes sanitizantes y dotar a nuestro personal de cubrebocas caretas, gel antibacterial y guantes, cosa que muchos empresarios no pueden pagar porque sabemos que estos artículos subieron su precio por la actual situación que vivimos”, compartió.
En ese sentido, dijo que los gastos de mantenimiento mensual de su negocio superan los 20 mil y al solo poder recibir entre el 25 al 50% de su clientela, entiende por qué el sector se encuentra en crisis.
“Los compañeros que tuvieron que cerrar están rematando sus aparatos para tratar de recuperar algo de lo que perdieron por el tiempo cerrados”, lamentó.
Por ello, pidió al gobierno Estatal o al ayuntamiento de Morelia que abran un programa de créditos para empezar yo sé rubro, pero que éste no tenga tantas “trabas”, pues asegura que los créditos que ya estaban vigentes pedían demasiados requisitos y muy pocos fueron aprobados.
