Siete consejos para una conferencia de prensa en política

Tome en serio las conferencias. Dedique tiempo a su preparación. Una conferencia de prensa es un examen de gobierno. Lo que diga o deje de decir, tiene consecuencias, a veces implacables. Los aciertos apenas se reconocen, pero los errores salen caros. Advierta o imagine las preguntas que le harán.  Ensaye sus respuestas y compártalas con sus asesores. O con su espejo. Depure su mensaje. Conducir un gobierno implica manejar muchos temas. Improvise lo menos posible y póngase a estudiar. Nunca dé una conferencia cansado. Ni con fastidio. No subestime al periodista. Pasaron los tiempos en que el político ganaba evadiendo los temas o contestando a medias. Hoy no. Lo que no conteste a satisfacción de la opinión pública, mantendrá vivo el tema. Y a veces lo potenciará. Recuerde que el periodista trae los pulsos de muchos asuntos y le hará preguntas difíciles. No se dará por satisfecho con cualquier respuesta suya.  Tenga buenos reflejos. Por más que se prepare, siempre habrá una pregunta que no esperaba. Ahí solo su habilidad y experiencia lo sacarán a flote. Su sentido común e intuición. No hay recetas para esta situación, pero es una oportunidad para demostrar el oficio del político. Y de qué tamaño es. No dé respuestas frívolas. Si bien puede usted permitirse frases o respuestas ingeniosas, tenga cuidado. Hay temas sensibles que no permiten frivolidades o bromas. Tenga en mente una lista de asuntos con los que nunca ha de bromear ni tratar a la ligera. Los políticos frívolos pueden tener relevancia en las redes, pero nunca el respeto, y un político sin respeto, es un político irrelevante. La política nunca debe perder la seriedad, aunque los electores a veces piensen lo contrario. Involucre al gabinete. Una conferencia de prensa no es un acto aislado, es un acto de gobierno. Debe instruir a su gabinete que le mantenga informado con antelación, de los temas sustanciales. Hay que ir siempre por delante. Dígales. Formalice esta mecánica de trabajo. Que no lo dejen solo, sin municiones de información ante las preguntas de los medios.  Sea claro y preciso. Ser claro suele ser más difícil, pues para explicar de manera sencilla un tema, es porque lo maneja muy bien. El gobierno tiene temas muy complejos que necesitan una traducción a la expresión popular. Huya del lenguaje burocrático y del viejo lenguaje jurídico. También del lenguaje político que dice poco, aunque hable mucho. Un político debe ser un buen pedagogo.  No se enoje. No tome las cosas de manera personal. Las conferencias de prensa son también duelos verbales y de inteligencia. Afróntelos con entereza y prudencia. El multicitado refrán del que se enoja pierde, aplica siempre. Tampoco se vaya al otro extremo y haga como que nada le duele y le molesta. La política también es pasión. Pasión mesurada. Culiacán, Sinaloa, febrero 09 de 2022. Twitter @guadalupe2003 



Source link

Related Posts

Add Comment