Sesión 27. ¿Psicoterapia yo?



He visto hace poco un meme con la siguiente frase que me causó mucha gracia: “Si este 14 de febrero aún no tienes una cita, agenda una con un psicólogo”. Pero ¿será la fecha del 14 de febrero un buen momento para comenzar un tratamiento psicoterapéutico? La verdad, es que todas las fechas son un buen momento, y lo interesante sería descubrir por qué motivo acude a pedir ayuda en ese momento y no en otro.
En lo personal, me gusta fantasear con el hecho de que todos deberían de iniciar un proceso de psicoterapia, y psicoterapia psicoanalítica. Conviene hacerse a la idea de que no será eso una realidad. Actualmente, como sociedad, ya estamos más familiarizados con el tema de la psicoterapia. Incluso hay quienes dicen que la psicoterapia debería formar parte de la canasta básica. El problema aquí es que muchas veces, aun cuando la canasta es llamada “básica”, los sueldos y salarios no siempre la cubren por completo. Entre el kilo de limones, el kilo de aguacates, la cartera de huevos y el kilo de tortillas; la cajetilla de cigarros y el six… se pueden ir uno o dos días de salario de un empleado promedio en Sinaloa, donde tenemos, por cierto, de los sueldos más bajos que se pagan en el país.
Hay una realidad, y es que cuando hablamos de canasta básica, nos referimos a lo más elemental que no puede faltar en el hogar en el día a día, y se supone entonces, que para conformar la canasta básica hay que priorizar, hay que tener presente qué cosas sí son realmente una necesidad y cuáles no. Para incluir entonces la salud mental en nuestra canasta básica, debemos primero hacer de ella una prioridad y eso quizá impacte en nuestro estilo de vida. ¿Estamos dispuestos?
Normalmente, cuando las personas acuden a psicoterapia es porque la situación que quieren trabajar ya les rebasa o se les sale de las manos. Cuando la crisis resulta difícil de sobrellevar y las alternativas de solución se han agotado. Suele suceder que la psicoterapia era de las últimas opciones. Curiosamente, cuando se llega en estado de crisis, en ocasiones se demanda una solución rápida, sin embargo, no siempre es posible, sobre todo cuando se trata de situaciones problemáticas que llevan muchos años en gestación.
Se anteponen algunas resistencias para el trabajo psicoterapéutico, como el dinero, el tiempo, las distancias de casa al consultorio. Convendría revisar el orden de nuestras prioridades. Lo cierto es que, iniciar un trabajo psicoterapéutico resulta un trabajo personal que en ocasiones lesiona el narcisismo, nos confronta, nos reta, pero al final nos ofrece la posibilidad de ver más claro en medio de la tempestad; la posibilidad de ser acompañados.
Cierro con lo que comencé. Quizá no todas las personas puedan acudir a psicoterapia, lo cierto es que sí hay muchas que lo hacen, y otras tantas que buscan la forma día a día de ser cada vez más humanas. Estoy seguro de que estas buenas acciones, como los círculos de agua que se expanden cuando una piedra irrumpe en su quietud, llegarán estos beneficios a las personas cercanas a nuestro entorno, y así, cada uno desde su trinchera, hará lo que haga falta por construir un entorno donde lo cotidiano sea la salud mental.
“El bien vencerá en el mundo, aunque el mal haga más ruido”. Hasta la semana que viene.



Source link

Related Posts

Add Comment