Una nena que se encontraba desaparecida desde 2019 fue hallada con vida en un habitáculo oculto en su casa. Los investigadores creen que los padres la secuestraron al perder su custodia.Su madre, Kimberly Cooper de 33 años, su padre de 32, Kirk Shultis, y su abuelo paterno están detenidos. Tras el hallazgo se confirmó que la nena se encuentra en buen estado de salud y ahora fue entregada a su tutor legal junto a su hermana mayor.
Paislee Shultis hoy tiene 6 años
Paislee Shultis había sido reportada desaparecida en julio de 2019 en el Condado de Tioga, Nueva York, cuando tenía 4 años. Hasta este lunes nadie supo de su paradero, pero la policía local seguía los movimientos de sus padres ya que la sospecha principal del secuestro venía de su entorno familiar.La vivienda fue intervenida varias veces, pero con resultados negativos. Finalmente, luego de conseguir una nueva autorización de la justicia para ingresar a la vivienda la policía encontró a la menor oculta junto a su madre en un habitáculo debajo de las escaleras.
Kirk Shultis, de 32 años, Kimberly Cooper de 33 años y su abuelo paterno
Los efectivos constataron que Paislee estuvo ahí desde hace casi 3 años. El lugar pertenece a su abuelo paterno quien aseguró que desconocía el paradero de la niña, pero pese a eso fue detenido.El detective Erik Thiele fue quien encontró a Paislee al notar que había una grieta en la escalera que en otros allanamientos no estaba. Al alumbrar con su linterna el oficial descubrió una manta y al sacar uno de los escalones notó unos pies que se movían.Ahí estaba la menor junto a su madre. “Creemos que alguien informó a los padres que el tutor legal y los funcionarios del condado habían recogido a la niña mayor en ese momento y eso hizo que los padres se llevaran a Paislee y huyeran”, indicó el jefe de policía de Saugerties, Joseph Sinagra.
En estos momentos los dos hombres esperan el juicio en libertad, mientras que Cooper quedó detenida ya que tenía una orden de arresto pendiente. La madre enfrenta cargos de interferencia de la custodia en segundo grado y por poner en peligro el bienestar de un niño, mientras que su padre y su abuelo enfrentan cargos por un delito grave de interferencia de la custodia en primer grado y un delito menor por poner en peligro el bienestar de un niño, según la policía.
