No es novedad, y ha sido el propio Presidente Sebastián Piñera el que lo ha confesado abiertamente en más de una ocasión: esta segunda administración fue mucho más compleja que su primera pasada por la casa de gobierno. Estallido Social, Pandemia, y la crisis económica, sólo por nombrar los tres hechos más significativos, tuvo al presidente por las cuerdas.
En este contexto, y más allá de que haya sorteado dos acusaciones constitucionales en su contra, y que lo tuvieron en un momento desplegando todo el poder político que el gobierno contempla para frenarlas – una en el marco del estallido social y la otra tras la revelación de los “Panama Papers”- varios son los problemas con los que tendrá que aprender a convivir una vez deje el Ejecutivo.
En primero lugar, y según señalaron fuentes de palacio, el Mandatario, en un contexto en que el país -a sus ojos- es muy diferente al que recibió cuatro años atrás, habría señalado no tener seguridad de si podrá nuevamente salir a caminar tranquilo por las calles. No han sido pocas las ocasiones en que el Jefe de Estado ha evidenciado la crispación social con la que se convive a diario en el país, y aquella sería la razón principal de sus temores.
El saliente jefe de gobierno además habría confesado que desde el 11 de marzo en adelante, preferiría llevar su vida en una segunda línea, lejos del protagonismo y los costos que él mismo arrastra. En este sentido, sus esfuerzos apuntarían a levantar sus fundaciones con vínculos familiares como lo son Futuro, Tantauco y Mujer Emprende.
