Filo.explica│Kurt Cobain: rock, excesos y una muerte trágica



Kurt Cobain nació el 20 de febrero de 1967 en el estado de Washington, Estados Unidos. Su familia tenía una formación religiosa muy rígida, y desde muy chico él fue un rebelde. Sus padres se separaron cuando él tenía nueve años, y eso marcó su vida para siempre. 
Ni los padres ni los docentes sabían cómo lidiar con la ira que acompañaba a Kurt. El contexto no ayudaba. Desde finales de los años 70, Seattle y otras ciudades del noroeste de Estados Unidos habían alcanzado altos niveles de desempleo y precarización en áreas que solían ser industriales. Los hijos de esos padres olvidados por el sistema eran quienes acumulaban toda la bronca. 
Kurt Cobain tuvo su primera guitarra a los 14 años. Enseguida intentó formar un grupo que lo acompañara a tocar la música ruidosa y catárquica que él tenía en la cabeza. Primero encontró al bajista Krist Novoselic, con quien formó, a los 18 años, el primer germen de Nirvana. Pasaron varios bateristas. En 1989 la banda publicó el disco Bleach, que fue un pequeño éxito en radios universitarias. En 1990 se sumó a la batería Dave Grohl. Estaban listos para cambiar el rock para siempre. 
En 1991 Nirvana editó Nevermind, un disco que cambió el rock con la furia y la belleza de sus canciones. La banda, de repente, se convirtió en un éxito mundial. De repente, Kurt Cobain, el chico con problemas de conducta que creía que nadie lo quería, era adorado por millones de fans que querían ser como él. 
Pero mientras Nirvana estaba en la cima del mundo, Kurt Cobain se hundía. Su matrimonio con Courtney Love, también líder de una banda de rock, era un desastre. Tenían una hija recién nacida, pero ambos eran adictos a la heroína y la vida familiar era un caos permanente. 
La banda visitó Argentina y tocó en un estadio Vélez repleto, y el show quedó marcado para siempre como el peor que haya dado Nirvana en vivo.  Kurt Cobain estaba desconectado, como distraído, y sus compañeros no se comportaron mejor que él. Además, en más de una oportunidad hizo callar al público cuando cantaba el nombre del grupo, y lo peor: varias veces amagó con tocar Smells Like Teen Spirit, el mayor hit de su vida, pero nunca lo tocó. 
En febrero de 1994, Nirvana estaba haciendo una gira por Europa, presentando In Utero, su tercer disco. Los recitales fueron una sucesión de inconvenientes. En uno de ellos, Cobain se había bajado del escenario antes de terminar de tocar. La gira estuvo a punto de suspenderse en varias oportunidades. El 4 de marzo, Courtney Love despertó en su habitación y vio a su marido tirado en el piso, inconsciente. Lo internaron de urgencia y un lavado de estómago le salvó la vida.  Kurt Cobain había mezclado más de cincuenta pastillas con varias botellas de champagne. Estuvo cinco días internado, y la gira se canceló definitivamente.
Al regreso de Europa, Cobain y su familia se instalaron en Seattle. Pero las cosas no mejoraron ni un poco. El 18 de marzo, Kurt se encerró en su habitación con un arma. Su esposa llamó al 911, y cuando llegó la policía él dijo que no estaba intentando suicidarse, sino que solo quería esconderse de ella después de una pelea. Dos días después estuvo al borde de una sobredosis de heroína.
Después de los últimos incidentes, los compañeros de banda de Cobain, su esposa y hasta algunos directivos de la discográfica le exigieron que se internara para rehabilitarse de su adicción a la heroína. Él se negó rotundamente hasta que terminó aceptando. La pareja se mudó a California para poder hacer el tratamiento. Los dos primeros días él parecía estar comprometido con la recuperación. Al día siguiente se trepó a una pared, saltó a la calle y se escapó. Tomó un taxi al aeropuerto y volvió a Seattle.
Sus familiares y amigos no volvieron a verlo. Courtney Love contrató un detective privado para buscarlo, pero no dio resultado. En sus últimas horas, Kurt Cobain le pidió a un amigo que le comprara un arma. 
Kurt Cobain se suicidó a los 27 años, el 5 de abril de 1994. Su cuerpo fue encontrado tres días después en su casa de Lake Washington Boulevard. Junto a él había dejado una nota que incluía una frase del músico Neil Young: “Es preferible quemarse que desvanecerse de a poco”. 



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