Un manejo sustentable de plagas invasoras para frenar el cambio climático



Durante los últimos años, el cambio climático ha tenido un gran impacto en la producción de diferentes cultivos, así como las plagas de insectos que las atacan.
A raíz de esto, cada vez es necesario crear estrategias de manejo sustentable y con ello minimizar el impacto en el medioambiente que ocasiona la creciente demanda de alimentos.
Por eso el 6 y 7 de septiembre, el Centro Regional Ceres y la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) llevaron a cabo el seminario “Efecto del cambio climático en el manejo sustentable de plagas invasoras: avances, desafíos e innovaciones”.
La iniciativa buscaba reflexionar sobre los desafíos de la agricultura frente al impacto de nuevas plagas y su reflejo en la creación de políticas públicas para su manejo sustentable.
“Buscamos socializar los problemas que conlleva el cambio climático en la agricultura regional y nacional, mostrando la historia de las invasiones biológicas en Chile y las diferentes innovaciones desarrolladas dada las diversas especies invasoras que se han registrado como problema para la producción agrícola”, profundizó Armando Flores, investigador del programa Manejo Territorial de Insectos de Centro Ceres.
“El objetivo general de este evento fue colocar a disposición de los diferentes actores del sector agro productivo los conocimientos avances en innovaciones escenario de cambio climático en Chile”, sostuvo Flores.
“Desde 2014, FIA ha puesto sus esfuerzos en enfrentar los impactos del cambio climático, definiendo la adaptación y mitigación como de sus ejes de estratégicos de trabajo, con el objetivo de contribuir en fortalecer la resiliencia del sector frente a actos conductuales del clima”, recalcó Carolina Fuentes, representante regional de FIA en la Región Metropolitana y Valparaíso.
Con el seminario, se buscó “poner a disposición de todos los actores del sector el conocimiento generado por todos los investigadores que participaron de este evento ya que la transferencia de información es clave para mejorar la competitividad de la mediana y pequeña agricultura”.
En el seminario, participaron destacados académicos, entre ellos; Eugenio López, de Ager Consultores; Eduardo Fuentes y Blas Lavandero, de la Universidad de Talca; Germán Ávila – Sakar, de la Universidad de Winnipeg; Luis Devotto, de INIA; Dennis Navea, de Control Best; Esteban Basoalto, de la Universidad Austral de Chile; Wilson Barros, de la PUCV; Marta Albornoz, Camila González y Armando Alfaro, de Centro Regional Ceres.
El problema de la invasión de plagas exóticas
El cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos tienen un gran impacto en la producción de diferentes cultivos, así como en las plagas insectiles que las atacan.
En este escenario existe un mayor riesgo de la invasión de plagas exóticas a nuevas áreas geográficas, afectando de varias maneras: pueden resultar en una expansión de su distribución geográfica, mayor número de generaciones, alteración de la sincronía entre cultivos y plagas, alteraciones entre la interacción plagas y sus controladores biológicos.
Como resultado, existe un grave riesgo de pérdidas económicas de cultivos, así como un desafío para la seguridad alimentaria. Por consiguiente, como uno de los principales impulsores de la dinámica de las poblaciones de plagas, el cambio climático requerirá estrategias de manejo sustentable para hacer frente al estado cambiante de las plagas.
El cambio climático influye directa o indirectamente sobre las poblaciones de insectos plaga que se han establecido en el país, modificando su rango geográfico, generando impactos ambientales y por consiguiente costos en la agricultura.
El desafío de la agricultura sostenible
La agricultura sostenible debe satisfacer la creciente demanda de alimentos y al mismo tiempo minimizar sus impactos en los ecosistemas. Este es un gran desafío ya que los agroecosistemas han tendido hacia los monocultivos con un excesivo uso de agroquímicos.
Comprender estos impactos e implementar estrategias para mitigarlos representa uno de los principales retos que enfrentan los agricultores, extensionistas y tomadores de decisiones en el país.
Desde la introducción de nuevas plagas al país, el incremento de sus poblaciones y su distribución ha ido aumentando, lo que es perjudicial para la producción de frutas y hortalizas.
Las proyecciones indican que el cambio climático tiene un impacto económico sustancial en los ingresos agrícolas regionales y nacionales, mientras que el análisis a nivel micro muestra que los hogares agrícolas (AFC) son el grupo más vulnerable.
Esto provoca incrementos del 30% en los costos de control debido al uso de agroquímicos, afectando la economía de los productores. Por ejemplo se sabe que a nivel mundial el uso de insecticidas es de 2.800.000 Ton/año y más de 63.000 Ton en Chile, cantidad que aumentará como consecuencia del cambio climático dado que la frecuencia y cantidad de dosis de aplicación se verán incrementados acrecentando los efectos nocivos sobre el ambiente y la salud.
Las plagas invasoras más peligrosas
Las plagas invasoras suelen ser organismos introducidos recientemente capaces de aprovechar la cantidad excepcionalmente grande de recursos que proporcionan los cultivos.

Según el SAG tanto D. suzukii, L. botrana y B. hilaris causan graves impactos a la agricultura nacional, destruyendo puestos de trabajo de miles de chilenos y generando enormes pérdidas para la industria, principalmente a la de exportación. En este sentido, extensiones de 18.215 ha de arándanos, 48.960 ha de cerezo y 2.646 de frambuesa podrían verse afectados por parte de D. suzukki generando pérdidas en aproximadamente 6.760 agricultores en todo el territorio nacional.
Por otra parte, extensiones de 43.734 y 43.104 ha en cultivos de nogal y uva de mesa respectivamente se verían afectados por L. botrana afectando la economía de 4.858 agricultores.
De la misma manera se ha identificado que B. hilaris ocasionó grandes pérdidas en especies de brásicas principalmente de pequeños agricultores y en la actualidad 6.042 ha de las principales brásicas cultivadas están expuestas a su ataque.
Dadas las predicciones mencionadas anteriormente las pérdidas provocadas por plagas invasoras en cultivos de hortalizas y frutales podrían ocasionar pérdidas de hasta el 20% de la producción.
Esto implica que la producción de muchos frutales y hortalizas a nivel nacional están amenazados por el cambio paulatino de las condiciones climáticas y ambientales presentes en el país y que los métodos de innovación ayudaría a mitigar.
La urgencia del cambio de mirada
En la actualidad se necesitan con urgencia enfoques más resilientes y sustentables para minimizar las pérdidas de rendimiento ocasionados por las plagas y reducir los impactos del manejo de plagas en la salud humana y el medio ambiente que se ha generado por el excesivo uso de agroquímicos.
El aumento de la implementación de enfoques sustentables, incluido el control biológico, aprovechando el manejo del hábitat, así como el uso de semioquímicos (feromonas), se han convertido en elementos de alta prioridad para los profesionales e instituciones involucradas en la agricultura sostenible, incluyendo a los que trabajan en la agricultura orgánica y en el Manejo Integrado de Plagas (MIP).
Este desafío pretende generar conciencia y comprensión de los beneficios de estas tecnologías en los agricultores que son el verdadero impulsor para la adopción de nuevos enfoques de manejo, así como herramientas que puedan ser implementadas en su producción.
Por lo tanto, la colaboración entre toda la cadena productiva puede avanzar hacia la adopción de soluciones a los desafíos de producción que incluyen la adopción de nuevas tecnologías.
Estas tecnologías a socializar nos permitirán enfrentar de mejor manera los manejos agrícolas frente al cambio climático, sustentado en el conocimiento de la vulnerabilidad de la producción de frutales y hortalizas en la región y el país.
Todo este conocimiento permitirá identificar el rol de las nuevas tecnologías e innovaciones en escenarios a corto plazo a través de la adopción de nuevas metodologías.
El seminario finalizó con una jornada de trabajo donde se pudo identificar las brechas que deban abordar los agricultores para desarrollar planes de manejo provocados por el cambio climático.



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