Fast fashion y sus alternativas: ropa de segunda mano, moda circular y marcas responsables



Es probable que nunca nos hayamos detenido a pensar antes de comprar una prenda de vestir. ¿Necesito un jean? Lo compro. ¿Tengo una fiesta? Compro un vestido nuevo. ¿Se rompió una de mis carteras? La tiro y compro una nueva. Jamás tuvimos en cuenta el costo energético que tuvo la producción, el agua que se usó para crearlo, a dónde va a parar cuando lo tiramos. Ese consumo excesivo tiene consecuencias: la industria textil es la segunda más contaminante del mundo. Solo superada por el sector energético y por encima de la alimentación, el transporte, la construcción y el resto.Para entender el impacto ambiental de la moda, hablamos con Delfina Sciurano y Jason Mayne. Delfina es diseñadora de indumentaria (UBA) y creadora de Ékdysis, una marca de diseño sustentable. Jason es periodista de Telenoche y Todo Noticias, y viajó a Atacama, Chile para hacer un informe sobre el impactante basural de ropa en el desierto.¿Qué es el fast fashion?“Es un sistema de producción de la industria textil donde lo que se prioriza es fabricar moda de forma rápida. Se puede comparar con el fast food. Es algo que se hace rápido y de mala calidad. El fast fashion apunta a generar una gran cantidad de prendas a un costo muy bajo. Entonces terminan fabricando algo de mala calidad, de forma rápida y barata”, explica Delfina y agrega: “Antes, las marcas tenían dos temporadas: otoño-invierno y primavera-verano. Ahora lo hacen cada 15 días. Como resultado, se genera una gran cantidad de basura textil porque lo que no se vende en esos 15 días, se descarta. Y, además, aquellas que fueron vendidas tienen menos durabilidad por ser prendas de baja calidad”.Respecto a por qué las marcas adoptan esta forma de trabajar, la diseñadora sostiene: “Vivimos en un mundo consumista y el fast fashion es una respuesta a eso. Las marcas trabajan así porque económicamente es más rentable: generan productos a bajo costo, la venden, las prendas duran poco así que el consumidor vuelve a comprar”.La industria textil es la segunda más contaminante del mundo“Cada etapa de producción de una prenda tiene un fuerte impacto ambiental. Desde la fabricación de algodón, por ejemplo, que se usan químicos en los suelos, hasta la parte de teñidos, que se usan más químicos y muchísima agua que es descartada en ríos. Están las etapas de distribución y traslados, el packaging (innecesario) y, como cierre, el descarte cuando consideramos que no nos sirve más”, detalla la creadora de Ékdysis, una marca que tiene como materia prima silobolsas descartadas.En diciembre de 2021, Telenoche emitió un informe impactante: un basural de ropa en el desierto de Atacama, en Chile. “Un lugar donde por lo menos hay 100.000 toneladas de prendas. Muchas tienen etiqueta y nunca fueron utilizadas”, detallan. “Cuando llegué no lo podía creer. Eran montañas de ropa con etiqueta. Empecé a subir la montaña y veía etiquetas con precios, ropa sin usar. Jean, zapatillas, camperas. Ropa hecha en todo el mundo… desde países asiáticos hasta Europa. Todo eso se había mandado a algún lugar para vender, no se vendió y terminó tirado en un desierto en Chile”, recuerda Jason Mayne, el periodista que viajó para hacer el impresionante informe.”Ahí confluyen dos cosas: por un lado el desastre ambiental de malgastar recursos como el agua, contaminarla con químicos para hacer prendas que nadie va a usar, y su destino final es ser descartadas. Por otro lado tenés el lado social. En Argentina y el resto de Latinoamérica tenemos necesidades que no están cubiertas y esa ropa tirada puede servir de abrigo para alguien que pasa frío por las noches”, reflexiona el periodista. La pregunta es: ¿cómo llega toda esa ropa ahí? y Jason responde: “El puerto de Iquique (muy cerca del basural) tiene importación libre de impuestos. Compran muchísima ropa de segunda mano y hacen una selección de lo que van a vender. Lo que no eligen, en vez de donarlo o venderlo más barato, deciden contratar un flete que lo tira en distintos puntos del desierto. Hay zonas de corbatas, de zapatos y de otros descartes”.Moda circular en la BAFWeekEl concepto de moda circular es una modalidad que siempre estuvo y creció (y sigue creciendo) en los últimos años. Sin embargo, para muchos es una novedad y por eso es importante que un evento como la Buenos Aires Fashion Week muestre otra forma de comprar indumentaria de la mano de Galpón de Ropa.Al ingresar había una plataforma giratoria con un perchero fijo. Ahí podías colgar la prenda que habías traído de tu casa y tomar una que había dejado otra persona. Así es la moda circular (literal): una campera que ya no usás se cambia por algo nuevo para el placard de otro y lo que para otra persona ya no tenía vida, vos podes darle una nueva. 
Desde el mundo de la moda deben promover una forma más responsable de consumo y la moda circular es una de las alternativas.Alternativas sosteniblesLa diseñadora adelanta los avances tecnológicos en este rubro: “Hay marcas que generan textiles con botellas plásticas sacadas del mar, otras generan telas a partir de descartes textiles. Esto es clave para producir de manera sostenible”. “Lo más importante es que se genere conciencia sobre todos los problemas ambientales que produce la industria textil”, opina Delfina. Si los consumidores supieran el impacto negativo que tiene la moda en nuestros ecosistemas, probablemente actuarían de forma más responsable y buscarían otras alternativas.Los fabricantes, diseñadores y marcas tienen la responsabilidad (y el poder) de cambiar su forma de producción. Sin embargo, los consumidores podemos exigirles el cambio a través de nuestra elección. Si optamos por alternativas sostenibles, el mundo de la moda deberá modificar su forma de trabajar.Tiendas de segunda mano: una gran opción es comprar ropa usada. Se vende en perfecto estado y más barata que en las tiendas. Además, podés vender la ropa que ya no usás a través de estos comercios.Intercambiar ropa: podés armar tu propia feria americana de ropa entre tu grupo de amigas. Cada una revisa su placard y lo que no usa, lo poné a disposición del resto. De más está decir que las prendas deben estar en buen estado. De esta forma, nos deshacemos de lo que ya no usamos y le damos una segunda vida. También está bueno prestarse ropa para ocasiones especiales en lugar de comprar algo que vamos a usar una sola vez, como un vestido para un casamiento, por ejemplo.Marcas responsables: mientras algunas marcas eligen producir de forma rápida y barata, muchas otras entienden el problema de la industria textil e intentan cambiarlo. Bancar esto es una forma de impulsarlos y hacerlos destacar en el rubro. Algunos usan algodón orgánico, teñidos naturales o su materia prima es de materiales reciclados.Cuidar lo que tenemos: para alargar la vida útil de un producto es indispensable cuidarlo. Lavar siguiendo las recomendaciones, reparar en lugar de descartarlo si se rompe y mantenerlo en condiciones.La industria textil necesita cambiar su forma de producir, eso está claro. Pero ahora que sabés que es el segundo sector más contaminante y sos consciente del daño que genera en nuestro planeta, podés elegir consumir de otra manera.
 



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