Al cuenismo: “abrazos no balazos”

Llegó a la inauguración del ciclo escolar en el auditorio de la Autonomía congraciándose con la casta dorada de la UAS, a quienes ha señalado por sus excesos políticos y desmedidos salarios. Es desconcertante ver a un gobernador hacer el ridículo, poniendo por los suelos la investidura del cargo. ¿Se lo pidieron de la Secretaría de Gobernación? En sus declaraciones manifestó su gran amor por la universidad y casi le juró al Rector y a los presentes que su gobierno nunca iba a entrometerse en la vida de la UAS, para luego decirle a las reporteras de Noroeste, “no amarren navajas”, refiriéndose al pleito que él mismo empezó cuando se le colaron pasistas a la dirección de Morena.

Ya es difícil tomar en serio como político a Rubén Rocha, pues como dice una cosa dice otra. No es confiable. Es la enésima ocasión que hace públicos sus arrumacos al pasismo, mismas veces que los ha acusado de perniciosos. Por lo que se ve, con esa clica: abrazos, no balazos. 

¿Será la edad, la incuria, o la desesperación lo que empuja al mandatario sinaloense a actuar de manera tan errática? No lo sabemos, pero no honra su palabra, ni siquiera superficialmente. En ese aspecto difiere de sus antecesores priistas, que conocían el valor de las formas en política. Lo señaló de manera folclórica el cosalteco Jesús Aguilar Padilla cuando recomendaba a un subordinado suyo: “por arriba de la mesa, la política, pero por debajo, bolas”.

Este episodio de la serie Cuen vs Rocha, lo ganó el primero, quien hizo que el segundo se tragara sus palabras en su coto de poder.

En la reveladora entrevista a modo que Marcos Vizcarra hizo a Héctor Melesio para la Revista Espejo, transmitida mientras el Gobernador estaba en el auditorio con los universitarios, alardeó que todas sus contrahechuras son normales, que fue un gran rector y que creó una nueva época de progreso educativo. Manifestó su apoyo a López Obrador y al Gobernador, y ratificó ser parte del proyecto de Adan Augusto López Hernández. Tampoco es gente con credibilidad, pues lo suyo es la deslealtad como principio de acción política. Como se dice de Estados Unidos: que no tiene amigos, sino intereses. Por cierto, vamos a conceder que fue un buen rector por cuatro años, pero ha sido el peor ex rector que ha tenido la UAS en su historia pues casi se la escrituraron para su usufructo.

¿Cómo va a ser normal que funcionarios de su periodo rectoral sigan en las áreas más importantes de la administración rosalina desde hace dos décadas? En construcción y mantenimiento, área financiera y contable, vicerrectorías, Comisión de Postulación, quienes al retirarse recibirán estratosféricas jubilaciones. Es un descaro afirmar que los directores pertenecen al PAS por el libre ejercicio de sus derechos políticos, cuando todo mundo sabe que son impuestos por el Consejo Universitario por ser incondicionales del cuenismo. ¿Cómo puede ser normal que Héctor Melesio Cuen Jr. sea el director de compras de la UAS?

El conflicto del Gobernador con la cúpula del PAS es un enfrentamiento de suma cero. No le aporta nada a Sinaloa. El doctor Rocha debe impulsar una reforma educativa integral que reestructure por el lado de la oferta a las diferentes instituciones de enseñanza superior. A su vez, el doctor Madueña Molina, que viene dando muestras de mayor apertura que su obtuso antecesor, está emplazado a una transformación de gran calado, tanto en las formas de integración y ejercicio del gobierno interno, como en planes de estudio y formas de enseñanza, pues hay una alarmante obsolescencia en todos los campos, y una cultura administrativa autoritaria, rígida e ineficiente.
La comunidad universitaria no merece ser testigo pasivo de un enfrentamiento estéril. El Gobernador y el Rector deben hacer lo suyo. Es inminente que la UAS tendrá que procesar una discusión interna para sacudirse el sarro que tiene acumulado. Cuanto antes, mejor.
 



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